Un torno alfarero es una máquina para crear. A través de ella, las ideas, la creatividad y
la habilidad del alfarero habrán de fluir desde su mente hacia sus manos y
llegarán finalmente a la obra. Aquello
que el artista desea transmitir debe poder palparse en su obra, y la herramienta
debe permitir que ese flujo creativo transite desde las manos hacia el objeto
“en su mismo idioma” sin interferencias, sin ruidos o vibraciones que quiebren
la continuidad de esa corriente. Un
torno es una suerte de intérprete.
Una vibración constante en la herramienta se transmitirá
irremediablemente a la arcilla y el resultado estará a la vista, la pieza
tendrá un aspecto deslucido o, cuando menos, un “efecto no deseado” que dará
cuenta de una cierta desconexión, un “ruido molesto e inesperado” que ha dejado
huella en la obra.
Construir una buena herramienta no es tarea sencilla. No basta con que “luzca bien”; debe
permitirnos ir más allá, debe garantizarnos el buen fin de una obra artística,
no debe tener “vicios ocultos”. Una
herramienta vistosa pero precaria no es de gran utilidad, es parte perdida de
una inversión importante. Una polea
gastada o con defectos en parte de su superficie de contacto será garantía de
una obra con “marcas”, y exigirá tiempo de “retoque” al artista. El artista anhela una herramienta que le
brinde satisfacción, que sea durable y de funcionamiento armónico y
placentero. La inversión en una buena
herramienta es el dinero mejor gastado, es como la alegría del pintor al contar
con el “pincel nuevo y bueno” cuya textura perfecta se percibe en cada trazo de
óleo sobre el lienzo.
Cada una de nuestros tornos está hecho completamente a mano,
pensando en el artista alfarero desde la primera hasta la última pieza. Por
eso, las horas invertidas en su fabricación persiguen en cada una de sus partes
– desde la estructura de sostén hasta las más diminutas piezas mecánicas - un
objetivo primordial: transmitir con precisión y multiplicar fielmente esa fuerza
vital del artista, para que su creatividad y la obra terminada puedan
expresarse en la misma lengua.