domingo, 28 de julio de 2019

De un artesano a otro

Crear en primer lugar, crear como objetivo y por el puro placer de crear.  El camino que todo artista quiere recorrer y que suele ser un proceso salpicado de éxitos y fracasos, como muchos de los emprendimientos humanos.  Crear nos estimula, nos transporta y nos conecta aunque a veces no nos convenza nuestra creación.  Ocasionalmente sucede pero es, por lo general, un hecho pasajero que nos permite crecer a partir de la adversidad, cuando la obra terminada no logra expresar acabadamente la idea ante los ojos del autor, cuando no se ha establecido la perfecta conexión entre el artista y su obra.  Sin duda que la próxima vez el resultado será distinto y probablemente satisfactorio, artistas y artesanos son personas sensibles.


 Así como un artista entiende lo que le sucede a otro, aunque no necesariamente vean ambos el problema de la misma manera, en Churlingham Tools nos tomamos el trabajo de elaborar herramientas con igual sensibilidad, artesanalmente, procurando ponernos en el lugar del artesano como si tratáramos de tomar sus manos e interpretar lo que pasa a través de ellas.  No se trata de palabras al azar, es algo totalmente tangible que se experimenta sólo luego de décadas de docencia en el arte de la alfarería y que son el valioso caudal que respalda a cada una de nuestras herramientas.


La producción de nuestros tornos, por ejemplo, es completamente artesanal, cada pieza se elabora a mano y conlleva un importante tiempo de preparación.  En el Torno Alfarero Patero, el caballete de madera es trabajado parte por parte, calado, rectificado, lijado y pintado, completamente a mano. La robustez y el peso de esta estructura - destinada a contener las fuertes tensiones que origina el volante de acero al adquirir inercia – requieren especial preparación y considerable trabajo de carpintería, ajuste y terminación.  


Del mismo modo, la mayor parte de los componentes metálicos son producidos especialmente para este torno alfarero, y no hay prácticamente piezas estandarizadas que puedan adquirirse en serie sino que cada una de ellas se trabaja por separado a partir de bloques de acero que deben ser mecanizados en torno paralelo industrial, proceso que lleva muchas horas de torneado y rectificado antes de que las piezas estén listas para la función a la cual están finalmente destinadas.



Igual dedicación es la que ponemos en cada uno de nuestros tornos electrónicos, sabiendo que el destinatario va a la búsqueda de una herramienta completamente funcional, liviana, práctica, sencilla, segura y sólida.  Así, cuando concebimos la estructura reticulada de acero que sirve de sostén al conjunto, pensamos en la comodidad del alfarero, con la inclinación adecuada para la posición de las piernas, con los controles necesarios a mano, para que las horas pasen placenteramente sin que el artista lo perciba.  Una herramienta noble tendiendo un puente entre el artesano y su obra.



Valorizar adecuadamente la herramienta es algo que termina finalmente de concretarse al experimentar el indescriptible placer de trabajar y crear en ella, día tras día a través de los años. Nuestro objetivo, al fabricar un torno - manual o electrónico - es brindar al cliente una herramienta funcional, precisa y para toda la vida.  Es garantizarle al usuario que su inversión se le devuelva cada día en una satisfacción completa, pero además con la calidez del trabajo artesanal que será destinado – justamente - a personas sensibles, en pocas palabras:  de un artesano a otro.





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